Es muy difícil predecir lo que puede pasar, porque no solo está la crisis sanitaria y económica, también estamos en medio de un proceso constituyente y de elecciones presidenciales y parlamentarias, entonces el clima de incertidumbre es en varios niveles y no se va a resolver en el corto plazo. Pero lo primero, creo que debería evitarse es la política de retiros e ir dejando de lado paulatinamente el IFE. El país muestra signos de recuperación, el nivel de empleo va recuperándose, entonces es mejor tener políticas que fortalezcan las PYMES, desarrollar programas de capacitación para quienes salieron del mercado laboral y también para grupos especialmente afectados, como las mujeres, y generar medidas pro-empleo”.
Consultado sobre quienes opinan que mientras más fondos de pensiones se saquen ahora hará más necesario un cambio de sistema, el académico afirmó que ello podría ser cierto, pero que nuevamente “levantar otro sistema en esas condiciones sería sumamente costoso para el país y un poco desigual, ya que ahora quienes todavía pueden sacar sus retiros son quienes tienen ingresos medios y altos, entonces en el futuro el Estado va a tener que cubrir también sus pensiones aumentando el gasto”.
En cuanto a las dificultades que podría generar un retiro completo, partir desde cero implicaría que el Estado tendría que realizar un enorme esfuerzo económico para asegurar pensiones de calidad para todas las personas, recursos que tendrían que surgir desde el mismo Estado y sabemos que esos recursos son insuficientes y generan pensiones miserables, entonces lo que se necesita es aumentar la cotización teniendo solidaridad intergeneracional, y aumentar el gasto fiscal con un impuesto mayor hacia quienes tienen más altos ingresos, pero si se continúa realizando retiros, esas dos medidas tendrían que hacerse con mucha mayor intensidad.