El avance tecnológico y la transformación digital están cambiando los modelos de negocio en todas las industrias. El sector inmobiliario y del real estate no está ajenos a esta tendencia que llegó para quedarse, por lo que nos estamos acostumbrando a ver algunos emprendimientos de base tecnológica asociados al mercado de Proptech, palabra que proviene de Property Tech. En otras palabras propiedades y tecnología. Lo que inició años atrás como Fintech, emprendimientos financieros vía tecnología, ahora se complementa con una serie de aplicaciones para la industria inmobiliaria, la que por ser transversal engloba gran parte del mercado.
Este tipo de emprendimientos tiene una enorme potencialidad, ya que el desarrollo de la tecnología permitirá reducir costos, poniendo al cliente al centro y tomando decisiones a base de datos, guardando para siempre las planillas de excel. Desde App con inteligencia artificial para elegir terrenos, gemelos digitales que permitirán efectuar mantención predictiva vía machine learning, tokenización de proyectos inmobiliarios y cadenas de bloques para emitir bonos verdes, entre otros, vaticinan un cambio de paradigma que cambiará la forma en que se ha manejado esta industria desde siempre. La resistencia al cambio es una variable a considerar que todo emprendedor debe batallar para lograr imponer tecnologías disruptivas, evitando con ellas que con el pasar del tiempo las empresas se vean expuestas a desaparecer. Por otro lado se estima que la tecnología tiene un impacto de hasta 15% en la mejora de indicadores de rendimiento en la industria de la construcción, cifra muy digna de considerar cuando el incremento en los costos de la misma sumada a las dificultades de acceso crediticio hacen cada vez más difícil la adquisición de viviendas.
El emprendimiento tiene una posibilidad fantástica en la industria del Property Tech de cara al siglo XXI.
