PATRICIO ARAYA CAMPAÑA, Presidente de ASOINCO A.G. revisa la historica lucha por el uso de suelo del Barrio.
Vale la pena hacer un poco de historia para ubicarnos en el escenario actual. Hace
15 años se presentó un plano seccional por parte de la Municipalidad, dirigida en ese
tiempo por Pedro Velásquez, para construir viviendas en el Barrio Industrial en los terrenos
que se remataron a raíz de la quiebra de Chañar Inversiones. Un grupo de empresarios
al enterarnos de esta situación, comenzamos a manifestar nuestra oposición
a esta medida, ya que era absurdo tener casas a lado de industrias mas aún cuando
éramos el único polo productivo industrial en crecimiento de la región y esto a la larga
iba a hacer desparecer el Barrio Industrial. Fue una pelea larga, de desgaste , de sinsabores
y con mucho tiempo de trabajo; reuniones con políticos de distintos sectores
(lo que generó una lucha de egos políticos y un oportunismo que comenzábamos a
manifestar nuestra oposición a esta medida, ya que era absurdo tener casas a lado de industrias mas aún cuando éramos el único
polo productivo industrial en crecimiento de la región y esto a la larga iba a hacer desparecer el Barrio Industrial. Fue una pelea larga,
de desgaste , de sinsabores y con mucho tiempo de trabajo; reuniones con políticos de distintos sectores (lo que generó una lucha de
egos políticos y un oportunismo que comenzábamos a conocer), reuniones con empresarios del Barrio, con trabajadores del Barrio,
reuniones con agrupaciones sociales y juntas de vecinos de Tierras Blancas, exposiciones en el Concejo Regional, en fin, un trabajo
arduo de por qué no era bueno que nos cambiaran el destino del suelo en nuestro Barrio Industrial. Sinceramente estábamos casi perdidos
ya que la decisión estaba pasando la aprobación en las distintas instancias y veíamos con resignación la injusticia absurda que
se estaba produciendo. Los que luchamos para revertir lo que se quería hacer, creíamos firmemente en el desarrollo del Barrio y sus
proyecciones y creamos Asoinco para tener una sola voz , en ese tiempo no llegábamos a las 100 empresas en el Barrio Industrial pero
creíamos firmemente en su desarrollo. Pasaron los días y en la última instancia que existía se rechazó el seccional, fue la Corema la
que lo rechazó por ser incompatible la actividad industrial con viviendas en un sector que tenía el uso de suelo para actividades industriales.
Recuerdo que la alegría fue enorme porque se nos planteaba un nuevo desafío , proyectar lo que planteábamos del desarrollo
y con orgullo digo que el tiempo nos dio la razón. En éstos 15 años se triplicaron los metros cuadrados construidos , se cuadruplicó la
llegada de empresas, se duplicó la disponibilidad de terrenos urbanizados, tenemos alrededor de un 90% de los terrenos ocupados,
se pavimentó Gerónimo Méndez con aportes público-privados, en resumen, ha pasado mucha agua bajo el puente, pero con orgullo
podemos decir que el tiempo nos dio la razón. La conclusión de todo esto es que todo se hizo con mucha unidad y con buena fé, con
generosidad y valentía, con esperanza e incertidumbre, pero en definitiva lo hicimos juntos empujando el carro hacia un mismo lado
que es la única manera de llegar a un buen destino. Esa mística que existió es la que necesitamos ahora que la situación es más
compleja que en esa oportunidad, es tiempo de actuar como un bloque unido y compacto evitando divisiones y malas intenciones, del
bien común por sobre el bien particular, de ayudarnos y no ponernos piedras en el camino. Es tiempo de recuperar la mística y mirar
juntos hacia el futuro.