Ricardo Ibacache, el “Héroe Anónimo” creador de los escudos de protección COVID-19 nos relata lo feliz que se siente de poder ayudar a reducir los contagios del virus COVID-19, pero también nos relata el drama que vive por tener que cubrir préstamos en los que incurrió para aportar en esta causa.
Ricardo Ibacache es Prevencionista de Riesgos, pero tiene demostradas habilidades en el diseño 3D. El “Héroe Anónimo”, que fabrica protectores faciales para prevenir el Corona Virus habló con nosotros. Aquí la entrevista.
¿De dónde nace este interés por colaborar en la elaboración de estas máscaras?
El interés nació cuando recién se estaban presentando los primeros casos en Chile, tengo familia y amigos que trabajan en el área de salud y me comentaban lo difícil que estaba siendo conseguir los elementos de protección, entonces vi una nota en que una de las grandes empresas relacionadas al rubro de la impresión 3D (Prusa) estaba fabricando protectores, fue ahí cuando dije “tengo 3 impresoras, y varios rollos de filamento, podría hacer algo para ayudar, utilicé mis ahorros para comprar micas, elásticos y comencé a fabricar, donar y vender a precio costo con el fin de poder continuar con la producción.
¿Cómo te sientes al ser este “héroe incógnito” en el que te convertiste?
Es una mezcla de sentimientos, por un lado feliz ya que se que de manera indirecta estoy ayudando a que los contagios se reduzcan y dar un poco más de tranquilidad a las personas que deben seguir cumpliendo con sus labores.
Pero por otro lado un poco de tristeza, ya que al dar preferencia en ayudar, perdí la oportunidad de crecer con mi emprendimiento realizando tratos con empresas como lo hicieron otros colegas del rubro.
Muchos estudiantes de educación superior como tú hoy están dedicados al “estudio a distancia” y usando el resto de su tiempo en ocio. ¿Qué te motivó a ser parte de este proyecto?
Cuándo comenzó todo esto de la pandemia, yo me encontraba realizando los trámites para comenzar mi practica profesional para poder egresar, por lo que ahora no tengo la necesidad de estar tomando clases online, lo que me permite tener tiempo para estar con mi hija y continuar la fabricación de los protectores, lo que me motivó a ser parte de este proyecto fueron los comentarios de familiares y amigos que trabajan en el área de salud relacionados con la escasez de insumos, me dejó pensando una noche y me dije, soy uno de los pocos que tengo el conocimiento y máquinas en la región, no me puedo quedar de brazos cruzados. Al día siguiente estaba recorriendo librerías y bazares para conseguir las micas y elásticos que me faltaban.
Hay más de 600 personas que hoy usan las máscaras de protección que tu ayudas a elaborar. Hay toda una labor social tras esto. ¿Cómo te sientes al ser parte de esta iniciativa que en definitiva está salvando vidas?
Cómo ya mencioné anteriormente, es una mezcla de emociones, feliz de saber que la ayuda ha llegado a tantas personas, y que también hay más personas que buscan ayudar, como es el caso de don Patricio Araya que me contacto para ayudar con la causa y consiguió en préstamo una nueva impresora e implementos para donar 600 protectores.
Y triste porque a pesar de haber ya entregado por mi parte mas de 400 escudos entre donaciones y ventas a precio costo, no puedo seguir donando a pesar de tener material como para fabricar otros 1000 protectores ya que los préstamos que solicité para adquirirlos me persiguen y necesito recuperar lo invertido, también me da cierta ansiedad el ver cómo aumentan los casos y no poder hacer mucho más debido a la limitación monetaria y de máquinas que poseo.