Por Joaquín Flores Jopia, Ingeniero Civil Industrial
Siendo una de las 7 p’s más importante, ya sea hablando de un bien o de un servicio (tangible o intangible), es el producto el que tiene como objetivo satisfacer las necesidades del consumidor.
Se refiere a lo que uno vende, incluido sus características, ventajas y beneficios que el cliente puede disfrutar al adquirirlo. Al comercializarlo, se debe tener bien claro sus cualidades y sus utilidades claves, aspectos importantes para satisfacer esa necesidad del mercado.
Dentro del producto identificamos variables importantes como lo son la misma marca, la imagen, el empaque y el servicio al cliente. Otros aspectos que no deben pasar desapercibidos son la misma cartera de productos, la existencia una estrategia de diferenciación entre estos, su ciclo de vida y el lanzamiento de nuevos productos. Se suman también los aspectos como el empleo de la marca, las garantías de estos productos y el servicio post-venta, esencial para que el cliente tenga una experiencia grata y siga comprando.
El producto cuenta con tres importantes fases, en un ciclo que se conoce como “ciclo de vida del producto”. Estas etapas, o fases, son:
- Fase de crecimiento de producto
- Fase de madurez del producto
- Fase de declive de ventas
Es importante que las estrategias de marketing, en este caso, estén centradas en reinventar el o los productos una vez llegada la fase de declive de ventas, para estimular nuevamente una demanda. Esto se refiere a investigar innovaciones con relación al producto o tendencias en el mercado para informarnos correctamente sobre el desarrollo de modificaciones o actualizaciones al bien que queremos vender.