Semblanza De Don Modesto Enrique Muñoz Henríquez.

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(Andacollo 1942- Tierras Blancas 2022)

Su entorno familiar
Don Modesto Enrique Muñoz Henríquez, nace en Andacollo el 24 de Febrero de 1942. Posteriormente se traslada a Coquimbo con su madre. A los 18 años de edad debe cumplir con su servicio militar en Arica, específicamente en el regimiento Rancagua. Esta exigencia y destino, generó en el joven Modesto Enrique un conocimiento vivencial de la realidad social y laboral del norte y del desierto chileno.

A través de la convivencia con otros jóvenes y trabajadores de las oficinas salitreras y de los centros mineros de cobre del Norte Grande, se fue fortaleciendo su experiencia de vida, por ello después de ser licenciado del servicio militar, se integró casi en forma natural, a la pléyade de esforzados trabajadores de la minería nortina. Allí Conoció por dentro la realidad de los trabajadores en las oficinas salitreras y en los centros de explotación de cobre. Su capacidad innata de liderazgo lo involucró en las dirigencias de sindicatos y otras organizaciones sociales y laborales.

En ese peregrinar de su trabajo en el norte hacia y desde el puerto de Coquimbo, se fue tejiendo su destino personal y laboral, y por esos avatares del destino y ayuda de Cupido, conoce a doña Irma del Carmen Bermúdez. El primer encuentro ocurre específicamente en las escalinatas de calle O´Higgins de Coquimbo. Según doña Irma, él la saluda amablemente, sin saber que eran vecinos y que ella conocía a su madre.

Doña Irma había llegado a Coquimbo desde Quillota, donde nació un 7 de abril de 1943. En dicho diálogo esta condición jugó a favor de don Modesto, quien no perdió demasiado tiempo en declararle primero su admiración y luego jurarle amor eterno, lo cual no le resulto fácil, doña Irma le aceptó su convivencia después de años de insistencia, y para darle el Sí matrimonial necesitó 57 años. Se casaron el 19 de octubre de 2022.

De ese modo, en forma lenta pero segura, don Modesto y doña Irma constituyeron una familia muy sui géneris, don Modesto Enrique contribuye con un vástago, Rubén Antonio; doña Irma con tres, Luisa Margarita, Ricardo Hernán y María Angelina; ambos incrementan la familia con tres hijos en común, Ernesto Enrique, Pascual Andrés, e Irma Marcelina.

Su impronta de Liderazgo
Don Modesto Enrique, nace y se desarrolla en las faenas mineras, primero en Andacollo, luego en el Norte Grande y posteriormente en el Norte Chico.

En las oficinas salitreras y los yacimientos de cobre conoció sus faenas productivas, condiciones laborales, e inclemencias del tiempo. En el Norte Chico, haciendo un recorrido por San Pedro de Atacama, culmina en los centros de explotación de minerales de fierro en El Tofo donde se familiarizó con esta realidad minera y sus exigencias. En cada uno de ellos dejó marcado su sello de liderazgo y su continuo y perseverante luchar por sus compañeros de trabajo, especialmente los obreros.

Después en edad de jubilar, debió seguir trabajando para sobrevivir, desempeñándose en diversas labores. No obstante su alma inquieta y su lucha por el bienestar de sus semejantes, le hizo tomar la decisión de dedicarse a buscar soluciones a los problemas de carácter social en las organizaciones funcionales y territoriales de Coquimbo y en forma específica en Tierras Blancas.

Siendo una persona avezada en la búsqueda de soluciones reales a problemas específicos de la comunidad, no sólo local, sino a nivel comunal y regional, fueron muy meritorios sus esfuerzos y resultados para impedir, por ejemplo, que el Barrio Industrial de Tierras Blancas, no se transformara en un centro inmobiliario. Sus claros conceptos de Puerto Seco y sus proyecciones comerciales internacionales .e incidencia en la industria, el transporte, la educación, el turismo, regional, incluyendo el desarrollo de la actividad portuaria en Coquimbo lo puso en evidencia, cuando muchos en la actualidad todavía no lo piensan.

Don Modesto Enrique, aceptaba con agrado iniciativas y proyectos que se le presentaban y decía, busquemos la forma de concretarlo de la mejor manera. Disfrutaba sinceramente cuando se cumplían las metas propuestas, no tenía temor de exigir a las autoridades competentes que cumplieran sus compromisos y responsabilidades contraídas con la comunidad, y lo que se esperaba de ellas. Siempre en un diálogo franco, fundamentado y respetuoso.

Las Huellas de la Dictadura en La Serena.
Como dirigente social y de los trabajadores, durante el período de la dictadura en Chile. no sólo fue perseguido, fue encarcelado y torturado a diario en la cárcel de La Serena y en los interrogatorios en el Regimiento. Su esposa narra lo siguiente “mi hija Irma Marcelina nació el 28 de agosto de 1973. Tenía un mes cuando apresaron a Enrique (ella lo llama con su segundo nombre a don Modesto). Como madre y esposa iba todos los días a preguntar por su marido, “me lo tiraban hecho una bolsa”, recuerda. Esto también repercutió en sus condiciones de vida y su muerte agregó.

Su compromiso social y laboral.
Pese a estos ultrajes, don Modesto Muñoz no se amedrentó y siguió luchando. Su destacado
esfuerzo y compromiso, en algún momento lo señalaron como Hijo Ilustre de Coquimbo. Además, siguiendo sus principios éticos fue dirigente de los Exonerados políticos y Presos Políticos.

Incorporado al ser y que hacer de Tierras Blancas, desde su grandeza buscó la convivencia, la colaboración y la formación de dirigentes para que defendiesen sus derechos y dignidad. No obstante, su análisis social no dejaba de ser crítico. Clasificaba a sus pares dirigentes sociales, territoriales y funcionales, de acuerdo a su comportamiento ético, desde su actitud, aptitud y servicio a la comunidad en: Dirigentes y Dirigentillos. Los primeros eran aquellos comprometidos con la comunidad, exigentes,
trabajadores, estudiosos y los otros, eran aquellos que no tenían iniciativa y sólo se conformaban
con ocupar un puesto para figurar en fotografías, sin aportar lo que se esperaba de ellos, es decir, dirigir y orientar los esfuerzos de la comunidad hacia una vida personal y colectiva más digna.

En resumen podemos decir con don Modesto Enrique Muñoz Henríquez.
La profundidad de la huella que deja un Dirigente en la sociedad, depende de la consecuencia de sus actos respecto de sus valores, donde el otro se transforma en nosotros desde y para el bien común.
Tierras Blancas Primavera de 2022.

Hildo Pinilla Rodríguez
hildopinilla@yahoo.es

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